Más de 800 personas salieron ayer a la calle para protestar contra los recortes en la sanidad pública. La movilización, convocada por el personal de atención primaria y secundada por el resto de profesionales sanitarios y pacientes, partió de la Delegación de Salud, simulando durante todo el recorrido el "funeral" de la sanidad pública, después de secundar una "semana de luto" en los centros de salud para informar a los usuarios de la situación que padecen.

El personal sanitario de los centros sanitarios de la ciudad y de la provincia y los pacientes hicieron el recorrido hasta llegar al Centro de la ciudad en silencio, con velas y con varias pancartas en las que se podían leer frases como Menos directivos, más efectivos, Sanidad de calidad o Con la salud no se juega. Al llegar a la plaza de las Tendillas, sobre las 20:30, los convocantes, con la colaboración de un usuario, leyeron un manifiesto en el que quisieron mostrar su férreo rechazo a las medidas adoptadas por la Administración pública en el sistema sanitario. Así el representante del personal sanitario exigió que la ampliación de jornada, se realice de "forma homogénea" entre los profesionales "sin utilizarla para recortes o despidos encubiertos, sin generar sobrecargas excesivas, y buscando un consenso necesario y un respeto a la autonomía y autogestión de profesionales y servicios". Al mismo tiempo, insistió en que los profesionales seguirán trabajando "duro como siempre hemos hecho para tener un buen sistema sanitario". Además, demandó que se cuide la formación de los más jóvenes para asegurarles una salida digna al mercado laboral y que no se les utilice como "mano de obra barata".

El portavoz de los pacientes, por su parte, pidió la retirada de los "recortes innecesarios" en personal y la búsqueda de formas de gestión "mas eficientes que no menoscaben el derecho a la salud tan necesario para la sociedad". Tras ello, demandó el reconocimiento adecuado del trabajo de todos los trabajadores del sistema sanitario, por lo que insistió en la "necesidad del esfuerzo común, pero de forma equitativa y homogénea a todos los colectivos y al resto de las comunidades autónomas". Por último, reivindicó "transparencia y consenso con los profesionales y pacientes en la gestión. Por respeto y porque se tomarán mejores soluciones por el bien de todos".

Por último, el personal sanitario insistió en que las administraciones públicas deben escuchar y priorizar a los profesionales en los que se basa la atención sanitaria, y respetar a sus pacientes "priorizando sus necesidades en salud". De este modo, los trabajadores se mostraron predispuestos a hacer todo lo que esté en sus manos para llegar a acuerdos, aunque exigieron la misma voluntad por parte de la clase política. "Nosotros haremos nuestra parte, pero ustedes hagan la suya. Y si necesitan ayuda pídanla. Aquí estaremos", concluyeron.