salud Consecuencias de los ajustes anunciados por la Junta

El Satse plantea una huelga de celo de enfermeros por los recortes del SAS

  • La premisa es "trabajar de manera estricta a reglamento" e ir "al margen" de la gestión y organización · El colectivo critica una bajada del sueldo de entre hasta 3.000 euros al año y el aumento de la jornada laboral

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) ya tiene sobre la mesa la amenaza de una huelga de celo por parte de médicos y enfermeros -entre ambos suponen cerca del 50% de la plantilla del ente público en Córdoba- como protesta por los duros recortes anunciados por la Junta de Andalucía. Si anteayer fue el Sindicato Médico de Córdoba (Simec) el que hizo público a través de El Día que los facultativos cumplirán de manera estricta con sus obligaciones, pero que, salvo urgencia, no irán más allá, ayer fue el turno del Sindicato de Enfermería (Satse). Este colectivo, el mayoritario en la Sanidad cordobesa, dio a conocer una batería de medidas muy similares a las de los médicos para hacer frente a lo que entienden como una "pérdida de dignidad profesional, laboral y retributiva". Las relaciones entre el SAS y sus trabajadores son, en todo caso, cada día más tensas.

La actividad asistencial, sobre todo en quirófano y en todos aquellos servicios donde, como sucede en Atención Primaria, el personal sanitario cumple con creces su horario laboral, será la que se verá más resentida por la medida de médicos y enfermeros. No habrá operación, salvo que ésta sea ineludible, si el equipo prevé que acabará después de que expire su jornada. Al malestar de médicos y enfermeros se les suma el de los anestesistas, que han visto como el 40% de su plantel -interino o eventual- trabajará un 15% menos de lo que lo ha venido haciendo hasta ahora. Como ya informó este periódico, en el Hospital Universitario Reina Sofía se ha suspendido recientemente una intervención por falta de celador, una ausencia relacionada con los recortes.

El frente que abrió ayer el Satse es, por lo numérico, el más notable. No en vano, 2.200 de los 8.100 trabajadores del SAS en Córdoba -cerca del 30%- son enfermeros. Cabe destacar además que una cifra muy considerable de ellos tienen un carácter eventual o interino. Sólo en el Reina Sofía hay 150 enfermeros en esta situación, es decir, un 13% del total de 1.150 que hay en el complejo de la capital. El sindicato ha previsto además diferentes consignas para hospitales, ambulatorios y agencias -éstas últimas comprenden los centros de Peñarroya-Pueblonuevo, Montilla y Puente Genil-. En todos estos ámbitos sanitarios de la provincia se parte, en cualquier caso, con la misma premisa: Trabajar "de manera estricta a reglamento" y quedar siempre "al margen" de cualquier actividad que tenga que ver con la gestión y la organización de los servicios sanitarios".

Hay otras propuestas de celo que son generales para los enfermeros de hospitales, ambulatorios y agencias y que, sin incurrir en ilegalidad alguna, pueden causar estragos de diversa índole en la actividad diaria. El Satse dejó ayer claro que su "prioridad es el paciente, siempre y de manera ininterrumpida" y que "pasan a segundo plano las cuestiones burocráticas y administrativas, que se atenderán sólo si queda tiempo en la jornada laboral tras tener el enfermo cubiertas todas sus necesidades asistenciales y de cuidados". El sector parece dispuesto a hacer uso diario de los 20 minutos de descanso mínimo que tiene en su jornada laboral e incluso a disfrutarlos fuera de la unidad de trabajo. La explicación que ofreció el sindicato es que hay numerosos enfermeros que, por falta de personal, se ven obligados "a no hacer uso de ese espacio de tiempo o a realizar el descanso en la propia unidad por si surgiera algún problema".

Trabajar "de manera estricta a reglamento" conlleva, en el caso hospitales y agencias, llevar los protocolos "hasta el último extremo". El Satse apuntó directamente a cumplir de manera "estricta" los cambios de material sanitario ante el paciente, donde figuran desde equipos de suero a catéteres y bolsa de diuresis. La propuesta para los enfermeros de Atención Primaria incluye medidas como que los profesionales que realizan servicios de atención domiciliaria prescindan de su vehículo una o varias jornadas y se desplacen a pie o en autobús, lo que obligará a reducir el número de prestaciones diarias. También en los ambulatorios está previsto establecer uno o varios días sin recetas, salvo en situaciones de "primera y urgente necesidad".

La bajada de las retribuciones fue el aspecto más criticado por parte del Satse y, por tanto, el motivo que ha agravado las tensas relaciones que tenían de antemano con la Administración. El descenso salarial ha sido de entre 2.000 y 3.000 euros anuales, lo que, a juicio del colectivo, "supone una pérdida de poder adquisitivo del 25%". Denunciaron que el plus de nocturnidad de un profesional se ha situado en torno a tres euros por hora, "muy por debajo, por establecer una comparación, a los diez euros que han percibido camareros, cocineros y pinches en Feria". La eliminación del concepto específico de las pagas extra asciende a 800 euros. La bajada del 20% en el salario de los interinos y el nuevo sistema de retribuciones durante el periodo de baja, en el que el enfermero perderá el 30% de su sueldo en los tres primeros meses de la enfermedad, figuran entre las principales quejas que ayer hizo públicas el sindicato de enfermeros.

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