Sanidad Consecuencias de los ajustes anunciados por el SAS

Los recortes obligarán a suspender operaciones en los hospitales públicos

  • La falta de personal auxiliar lleva a un médico a posponer la primera intervención quirúrgica · Las listas de espera de intervenciones se resentirán al ser casi el 40% de los anestesistas eventuales o interinos, y éstos verán reducida su jornada

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha tensado tanto la cuerda que al final ha terminado por romperse. Ésta es, en términos metafóricos, la situación que han generado los últimos recortes en materia sanitaria en hospitales que dependen del ente público, como es el caso del Reina Sofía, el Infanta Margarita y el Valle de los Pedroches, en la provincia de Córdoba, o el Puerta de Mar, en Cádiz. Este último centro ha reconocido además esta misma semana la suspensión de operaciones por esta razón. En el complejo de la capital, según diversas fuentes sanitarias consultadas por El Día, ya ha habido una intervención aplazada por falta de personal. En este episodio concreto, al que ha tenido acceso este periódico, el médico tomó la decisión al encontrarse con que su equipo carecía de celador. Los aplazamientos irán a más con absoluta seguridad, ya que casi el 40% de los anestesistas son personal eventual o interino y ambos verán reducida su jornada laboral en un 15%. Este porcentaje es aún mayor en otras especialidades y más todavía en los hospitales de la provincia.

Los ajustes en la política de contrataciones del SAS hacen inevitable que haya bajas que se queden sin cubrir, ya que a la falta de contratos para suplir las bajas de los facultativos hay que sumarles las que se producen en el resto de trabajadores que entran en quirófano. Hay que recordar que en una operación participan, además de uno o dos médicos, un anestesista, un auxiliar, enfermeros y celadores. Si algunos de éstos se ausenta, la intervención ha de aplazarse, como ha ocurrido en el Reina Sofía. También habrá menos anestesistas disponibles al quedar un elevado porcentaje de ellos con la jornada reducida. El ambiente es es de crispación y muy tenso, según otras fuentes sondeadas.

Pero la falta de personal, derivada directamente de los recortes -como así lo pone de manifiesto el Sindicato Médico de Córdoba (Simec)-, no es el único motivo que acarrea el aplazamiento de una operación. Hasta ahora, es decir, antes de que el colectivo sanitario se viera especialmente "agredido" por parte del SAS, era bastante habitual que un médico operara incluso fuera de su horario de trabajo. Varios de los especialistas a los que accedió este periódico, concretamente dos anestesistas, se valieron de un ejemplo para que no haya lugar a equívocos: "Ha habido muchas operaciones que, por unas razones u otras, se han alargado más de lo previsto, y la siguiente que teníamos programada, en lugar de aplazarla, la realizábamos pese a que eso suponía estar dos o tres horas más de nuestro horario de trabajo".

A tenor de los testimonios recabados, la "buena voluntad" de los médicos y del resto del personal que entra a quirófano ha sido la única responsable de que un gran número de pacientes, aquéllos cuya operación era previsible que se saliera del horario de trabajo del médico, no tuvieran que regresar a planta o, en el peor de los casos, volver a casa hasta nueva orden de ingreso. Desde el Simec, que participa en las movilizaciones que se están celebrando estos días en señal de protesta por los recortes, añadieron ayer a este respecto que estos actos de buena voluntad son los que "luego utilizan los políticos para decir que se reducen las listas de espera en intervenciones quirúrgicas".

A partir de ahora nada será como antes. El palo que ha recibido el sector sanitario, tanto en la nómina como en condiciones laborales, les llevará a tomar decisiones sin precedentes en la historia reciente de la Sanidad andaluza. Como apuntaron desde el Simec, el personal "no irá más allá" de cumplir "estrictamente" con sus obligaciones. A excepción de las intervenciones "urgentes o no demorables", el resto de las que se salgan fuera del horario laboral están abocadas al aplazamiento. La "buena voluntad, que seguirá existiendo por la propia razón de ser del galeno, se reducirán, por tanto, a los episodios críticos, donde la negativa del equipo podría poner en riesgo la vida del paciente".

La bajada de los sueldos figura entre los aspectos más criticados por parte de los sindicatos y, por tanto, es un motivo que ha agravado las tensas relaciones que tenían de antemano con la Administración. El descenso salarial más acusado lo han sufrido precisamente los médicos, cuyas retribuciones han bajado entre un 25 y 30% desde 2010. Esta bajada, en cifras redondas, se traduce entre 7.000 a 18.000 euros menos en la nómina anual. Esta cifra depende de si se hacen guardias -a las que se está obligado por ley-, la exclusividad, la antigüedad, si se trabaja en Atención Primaria o en los hospitales, la especialidad. La conclusión para el colectivo es que en los últimos 25 años han perdido más del 42% de su poder adquisitivo. Desde del Simec recordaron el "teórico recorte" de sólo el 5%, que afectó a todos los empleados sanitarios, y que llegó al 7%. Añadieron a este respecto los recortes en las pagas extras, además de un 10% en el resto de complementos, la subida del IRPF en un 6% y las guardias un 16% más baratas. Criticaron asimismo que estas medidas son un "nuevo ultraje".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios