"División caballeros, pantalones, departamento 42". Domingo 22 de abril, el primer carro de mercancía entra en el nuevo centro comercial Ronda de Córdoba y a quienes ostenta la máxima responsabilidad en el desarrollo de este centro tan especial no se les olvida. El director del El Corte Inglés en Córdoba, Antonio Cid, y el responsable de relaciones Institucionales de la firma en la capital, Daniel García Ibarrola, se saben de memoria todas las referencias del primer palé de carga que entró en el nuevo centro comercial y viven de forma frenética los días previos a la apertura, que tendrá lugar mañana.

El nuevo centro comercial Ronda de Córdoba es la tienda de las tiendas. Y es la tienda porque en el argot que manejan los empleados de El Corte Inglés, la empresa, el centro comercial, el supermercado, por muy grande que sea, por muchos metros que tenga, es la tienda. La filosofía de la empresa gira alrededor de la atención al público personalizada y el reto reside en que los metros y la variedad no oculten de ningún modo que esta firma pretende ser tan cercana que uno se pueda sentir como en casa comprando una chaqueta, una lavadora o la compra del mes. Pero el centro comercial Ronda de Córdoba es más que una tienda, como dirían los directivos de El Corte Inglés, porque en realidad se convierte en un polo de generación de actividad y de riqueza que ya, de primeras, revaloriza el entorno urbano donde se ubica. Aparte, en los tiempos que corren, da una alegría tremenda ver a una legión de jóvenes doblando camisetas, colgando con primor pantalones en las perchas, decorando las zonas de exposición. La actividad que ayer por la tarde se vivía en el centro Ronda de Córdoba era de locura. Todo para que mañana viernes la tienda esté impecable.

José Luis y Esperanza afrontan su nuevo empleo y preparan las prendas que se venderán en breve. "Estábamos parados y cruzamos los dedos para que nos cogieran, queremos pensar que tenemos un futuro y vamos a darlo todo", señala ella. David lleva cerca de diez años en la empresa y es jefe de planta. Ve las cosas de otra perspectiva pero con la misma responsabilidad, y está seguro de la importancia que va a tener este centro como revulsivo para la economía de Córdoba.

La actividad fuera de la tienda de las tiendas es impresionante. Seguridad, accesos, albañiles, jardineros. Todos tienen una meta que cumplir en esa carrera hacia lo imposible que es coordinar a un equipo que tiene picos de más de 1.000 personas. Porque en el centro comercial Ronda de Córdoba no se deja nada al azar. Se ha cuidado hasta el milímetro que los productos cordobeses tengan presencia. Existe un área dedicada, por ejemplo, a los ibéricos de Covap, y otro a los productos cárnicos de Los Pedroches, desde el cordero hasta el añojo, pasando por los Alta Expresión de la cooperativa del norte de la provincia, que comparten estante con los Joselito y los 5J. No falta el mejor aceite, que también es de Córdoba, y en el club del gourmet se ofrecen todo tipo de caprichos para el paladar mientras se trabaja duro en los remates de la tienda de las tiendas. La tienda, redundamos, que acogerá a más de 800 tenderos. Ahí es nada.