Córdoba

La Mezquita evalúa su seguridad con su primer simulacro de incendios

  • Un dispositivo formado por ocho bomberos y tres camiones intervienen tras recibir una llamada de alerta por un ficticio fuego en el archivo de la Catedral

La Mezquita-Catedral, declarada Patrimonio de la Humanidad y el monumento más representativo de la ciudad, se sometió ayer por primera vez a un simulacro de incendio para evaluar su plan de seguridad. Sin previo aviso, el despliegue de bomberos, policías y voluntarios de Protección Civil sorprendió a los cientos de turistas que en ese momento, pese al mal tiempo de ayer por la mañana, paseaban por la Judería y a los turistas que visitaban el templo. El canónigo de la Catedral, Pedro Soldado, detalló que fueron desalojadas alrededor de 400 personas en apenas unos minutos usando tres de las nueve puertas del edificio, las que dan al Patio de los Naranjos.

El simulacro, en el que participaron ocho bomberos, tres conductores, dos mandos, dos camiones bombas y una autoescala, comenzó pasadas las 13:00 y se prolongó durante 20 minutos, según explicó el sargento Antonio Aguilar, responsable del dispositivo. El jefe del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS), Juan Rubio, valoró el resultado de la intervención, que consistió en simular un fuego en la zona del archivo de la Catedral, un suceso que aconteció realmente en el año 2002.

Rubio desatacó la facilidad de intervención al encontrarse el edificio rodeado de calles más anchas a las que son habituales en esta zona del Casco Histórico y a la distribución diáfana del templo, que cuenta con varias puertas laterales que facilitan una eventual evacuación. El jefe del SEIS calculó que el tiempo de respuesta real desde que los bomberos salen del parque central y llegan a la Mezquita se sitúa en tres minutos. Ayer, no obstante, fueron seis, debido a que los camiones participantes se trasladaron desde El Granadal y no desde el parque central, como habría sido lo adecuado en el caso de que el siniestro hubiera sido real.

Es la primera vez que el primer templo de la provincia se somete a un ejercicio de este tipo. El presidente del Cabildo Catedralicio, Manuel Pérez Moya, justificó que no se haya realizado antes un simulacro de incendio en el monumento: "Es un edificio muy complejo y había temor y prejuicios, pero somos sensibles y había que hacerlo". El simulacro se preparó con "sigilo y prudencia", hasta el punto de que varios sacerdotes de iglesias del centro se pusieron en contacto ayer a mediodía con Pérez Moya para preguntar por el revuelo causado por las alarmas. Hace dos años, el Cuerpo Nacional de Policía hizo una inspección en la que comprobó que los sistemas antirrobos y contra incendios de la Mezquita-Catedral se encontraban en regla.

El dispositivo actuante evaluó positivamente el resultado. La concejala de Seguridad, Movilidad y Transporte, Ana Tamayo, explicó que "los simulacros son fundamentales para coordinar los medios materiales y humanos disponibles". La Mezquita-Catedral, además, tiene la singularidad de que, por su valor artístico, los bomberos deben utilizar técnicas menos agresivas en las labores de extinción.

Pérez Moya recordó que durante el funeral del Papa Juan Pablo II a la Catedral acudieron alrededor de 9.000 personas, que fueron desalojadas en diez minutos. "Es toda una proeza, porque fue un desalojo tranquilo y sin prisas, de manera ordenada", pues lo permiten las nueve puertas disponibles en el templo. El presidente del Cabildo, por otra parte, dijo que "los técnicos y la Junta de Andalucía están trabajando" en la apertura de una nueva puerta que sería utilizada para las procesiones de Semana Santa.

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