El manifiesto elaborado por la plataforma por la Escuela pública, laica y de calidad en el que asegura que los centros educativos confesionales trasmiten a su alumnado el particular ideario de la confesión católica y "desdeña otros modelos" levantó ayer las críticas de los colegios religiosos, que defendieron la libertad de elección de centro de las familias, y también de su profesorado. Las patronales de centros concertados y los docentes lamentaron el manifiesto y aseguraron que se sienten insultados al considerar que el manifiesto incluye calificaciones "totalmente ajenas a la verdad". En el texto de la plataforma se asegura que los centros religiosos contravienen principios constitucionales y fomentan actitudes "antisociales como el machismo, la homofobia y la discriminación de los que tienen convicciones diferentes".

Desde la patronal CECE-Córdoba, que agrupa a 98 colegios en la provincia, consideraron que es esta plataforma es la que "desdeña otros modelos y ataca la libertad de elección centros por las familias, ya que imponen un modelo de educación y un modelo de escuela". Desde CECE-Córdoba indicaron también que la de Religión es "una asignatura más" y, por ello, debe existir la "debida atención educativa para los alumnos que la elijan". A su juicio, el manifiesto de la plataforma es "un ataque más a la escuela privada". "La Constitución ampara el doble modelo y, hoy por hoy, muchas familias demandan la escuela concertada", apuntaron, y subrayaron que si de algo "podemos presumir los católicos es de que la Iglesia fue la primera institución que defendió a la mujer dentro de la sociedad en que vivía y luchó por igualar sus derechos".

En su manifiesto, la plataforma -integrada por sindicatos como Ustea y Comisiones Obreras, además de los partidos Equo e IU, y los colectivos Prometeo, el Forum de Política Feminista, el foro Félix Ortega y los movimientos Córdoba Laica, Alarife y la Asamblea de Mujeres de Córdoba Yerbabuena- asegura que los colegios católicos "fomentan una visión de la realidad contraria a los avances del conocimientos científico".

Así las cosas, Escuelas Católicas -la otra patronal de centros concertados- consideró que los centros religiosos "se configuran como un modelo educativo concreto al amparo de la libertad de enseñanza y del derecho a la elección de una educación conforme a las propias convicciones éticas". En una nota remitida a El Día, la organización quiso dejar claro que sus centros "ofertan un modelo educativo que propugna la plena realización del individuo y con pleno respeto a la dignidad de la persona". La patronal consideró que el manifiesto llega dentro de la campaña electoral y que incluye "acusaciones gratuitas para propiciar el enfrentamiento entre centros públicos y privados-concertados". Por ello, Escuelas Católicas mostró su disposición "a avanzar en un pacto educativo que "nos permita implantar un sistema de excelencia para la formación del alumno en su dimensión personal, social y profesional para reducir el fracaso escolar, que es el principal problema de nuestra sociedad".

Quien también mostró su malestar el manifiesto fue la Federación de Sindicatos Independientes de Enseñanza (FSIE), que representa de manera mayoritaria a los trabajadores de centros religiosos y concertados. La organización recordó también que la Constitución española "establece que los poderes públicos deben garantizar el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones".

Los centros concertados, apuntó, "educan en un ideario religioso basado en el respeto al ser humano en toda su dimensión social". FSIE tildó de "aberrante" el hecho de que la plataforma asegure que estos centros promuevan conductas "delictivas y machistas". La organización pidió una "rectificación inmediata por la amenaza que dichas falsedades suponen para nuestra dignidad profesional".