Córdoba

Gómez captó sus votos de antiguos empleados, parados y descontentos

  • Un 23% de los apoyos de UCOR procedía de IU y un 19%, del PSOE en un contexto sociológico similar al apoyo que recibe la ultraderecha europea · Cuatro de cada diez apoyos del PP fueron 'prestados'

El Instituto de Estudios Sociales Avanzados de Andalucía (IESA) ha escrutado el resultado electoral de las últimas municipales de mayo en la capital cordobesa poniendo el acento en las motivaciones por medio de un sondeo específico. El resultado es un informe que señala que el PP obtuvo 16 ediles, mayoría absoluta, por la mayor confianza de la ciudadanía y el desgaste de PSOE e IU, explica que los cinco ediles de Rafael Gómez tienen su raíz en la crisis económica y política y que los cuatro de IU y PSOE tienen que ver con un trasvase de apoyo o una incapacidad por retener al electorado.

Rafael Gómez consiguió 25.000 sorprendentes votos en las elecciones que le han colocado como segunda fuerza política. El director del estudio, Joan Font, un investigador que estudia este tipo de candidaturas, define el público que ha prestado su voto a Gómez como una amalgama "transversal" de descontentos con el sistema, votantes habituales de otros partidos y, además, antiguos empleados de las empresas de Gómez o personas que se encuentra en paro, particularmente jóvenes. Font lo explica de una manera gráfica. Sociológicamente, es un grupo muy parecido al voto de la extrema derecha europea.

"UCOR hizo una campaña modélica", dice Font. Sencilla, centrada en un solo tema (el empleo), con un liderazgo indiscutible (Gómez recibe, entre los suyos, una nota de un 7,8, a años luz del resto de calificaciones). UCOR reunió a más personas que cualquier otro partido en sus mítines, dice el sondeo. Cuatro de cada diez sondeados afirman haber tenido, en alguna ocasión, relaciones laborales o comerciales con el grupo de empresas, personal o de alguien cercano. El 59% de los votantes de UCOR que participaron en la muestra afirman que ellos, un amigo o un familiar habían tenido relaciones profesionales con Gómez.

Segundo dato: el paro. El voto de UCOR es el que reúne más desempleados -47% frente a una media del 26%- o de trabajadores precarios -61% frente al 36% general- o de personas que temen perder el empleo. La mayor parte de los tópicos parecen exactamente ciertos: son el electorado más joven (más expuesto al paro), menos interesado por la política (un 43% nunca lee el periódico), con más personas sin estudios . En lo laboral, tuvo un éxito entre personas que trabajan o trabajaron en la construcción o la artesanía.

También es el electorado más crítico con la política (el 45% estaba harto del resto de los partidos). Tanto, que son de los que más simpatía reflejan hacia el espíritu del 15-M. La encuesta asegura que un 22% de los votantes de Gómez no lo hizo en 2007 y quien pone en tela de juicio el funcionamiento del sistema. Pero no son marcianos. Font explicó que el electorado de UCOR responde bastante fielmente a la realidad cordobesa en cuanto al reparto izquierda-derecha, con un matiz. Están especialmente a favor de un tratamiento favorable a las parcelaciones. Con un dato que llama la atención. La mayoría de los votantes está a favor o muy a favor de la legalización de parcelaciones. En total, un 63,8%. Un 81% de los votantes de UCOR se encuentran en esa tesis.

El sondeo y su análisis desmontan un mito. Hubo un trasvase de voto de IU a UCOR. No es cierto. Lo que hubo es un trasvase de voto desde la izquierda, en su conjunto, al partido de Gómez. IU aportó un 23% del electorado de Unión Cordobesa frente al 19% del PSOE si se compara con las municipales de 2007. Gómez se aprovechó del voto que fluctuaba de IU en las municipales al PSOE en las generales. Con respecto a 2008, un 44% de los votantes de Gómez había votado a Zapatero. La conclusión es un voto de aluvión, transversal, que tiene problemas incluso para identificar las ideas de UCOR. Mayoritariamente, se le califica como un partido de centro, centro.

Una de las grandes incógnitas que dejaron las elecciones de mayo es si UCOR ha venido para quedarse. El director del estudio cree que no, que se trata de un votante "no fidelizado". Los datos del sondeo demuestran que, a mayor desempleo y precariedad, más posibilidades de éxito tendrá el partido del propietario de Arenal 2000. Una cuestión clara es que se trata de un proyecto personal, que no iría a ningún lado si el cabeza de lista fuese otro. Su enfoque central, el partido que crea empleo, no podrá esgrimirse como un logro al no gobernar. Lo que es importante es que el voto de otros partidos que se fue hacia UCOR sigue manteniendo lazos afectivos con las candidaturas que apoyó en otras convocatorias electorales, lo que permite vislumbrar que podría volver de donde vino.

El estudio del IESA arroja que la candidatura de Nieto aprovechó una conjunción de factores que le permitió la aplastante mayoría absoluta. En primer lugar, un candidato muy bien valorado. Además, el desgaste de Zapatero, Griñán y Ocaña hicieron el resto. Los populares han conectado con una base social con trabajo fijo (69% frente a una media del 53%), han recibido un incremento del funcionariado (del 19% frente a una media del 9%)y muy interesado en la política. El mensaje del cambio ha sido menos importante de lo que parece. Sólo el 12% del votante popular da esta razón. El 17% los creía más capacitados para gobernar y el 29% estaba harto del resto de partidos.

En esas condiciones, el PP estaba en condiciones de pescar en caladeros ajenos. Tanto, como que cuatro de cada diez papeletas que recibió venían de otros partidos (un 9% del PSOE y un 7% de IU). Los populares han disfrutado de un votante que lee más prensa que la media, un indicador del interés por la política. El PP, y no IU, fue el partido que pudo aprovechar el profundo desgaste de los gobiernos de Zapatero y Griñán, particularmente del primero. Tienen, además, opiniones particularísimas. Por ejemplo, sólo los apoyos del PP creen que la Iglesia no fue la única responsable de la caída de Cajasur y reparten las culpas con los políticos. Algo que no ocurre con el resto de votantes, que consideran que los gestores nombrados por la curia son los únicos a señalar.

Una de las conclusiones del estudio es que, en el futuro, las diferencias entre PP, PSOE e IU deben ir moderándose. Sin embargo, los populares tienen una base asentada. Un 91% de quien le votó en mayo asegura que le volverá a apoyar. Un 68% de sus nuevos electores asegura que se mantendrá firme. En ese sentido, las conclusiones del informe destacan las fortalezas pero también las posibilidades de la izquierda de recuperar el aval perdido.

Fue la tormenta perfecta. Se sumó una caída en picado de la imagen por la gestión realizada, la ausencia de un candidato muy popular y una fuga de votos, en la que tuvo mucho que ver Rosa Aguilar (que tiene su propio capítulo en el informe del IESA). Una de las cuestiones que resalta el estudio es que IU ya jugaba con fuego, con un electorado que se intercambiaba con el PSOE cuando llegaban las generales y las autonómicas. Su voto, así, no se ha ido a un sitio sino que se ha dispersado en muchas direcciones. El informe detalla que el 11% de quien le apoyó en 2007 se marchó a UCOR, el 16% a la abstención, un 9% al PP y un 7%, al PSOE. Ideológicamente, IU ha perdido voto en casi todo el espectro de la izquierda (especialmente, en los intervalos dos a cuatro en una escala de diez, siendo cero la extrema izquierda y diez, la extrema derecha).

El desgaste del gobierno de Andrés Ocaña o la marcha de Aguilar no explican por sí mismos tanta caída. El director del informe, Joan Font, asegura que la imagen del gobierno estaba en el mismo nivel que ciudades como Barcelona, Sevilla, Vitoria o Santiago (en algunas de las cuales también se produjeron sonoros leñazos del partido que gobernaba). El problema, según el investigador, es otro. IU disfrutó, tradicionalmente, de una gran imagen de sus gobiernos. La media de valoración de anteriores mandatos de IU explica que el 47% de los ciudadanos daba una opinión buena o muy buena. El 15% estimaba que era mala o muy mala. El sondeo, realizado unas semanas después de las elecciones, calificaba de la siguiente manera al equipo de Ocaña, en coalición con el PSOE de Rafael Blanco, 26% de valoración buena o muy buena y 29% de mala o muy mala. El candidato de IU no tenía el tirón popular de Aguilar pero sus cifras no eran malas, ni de conocimiento ni de valoración. Es más sencillo: una mínima parte del electorado lo consideraba como el más capacitado para gobernar (6%). ¿Puede volver el voto a IU? El informe dice que quien le apoyó sigue teniendo simpatía, por encima de otros sectores sociales.

Respuesta gallega: depende. Joan Font explica que Rosa Aguilar y Rafael Gómez tienen un hilo común. Levantan pasiones. O se les quiere o se les detesta. La ministra es la política más conocida pero su grado de valoración era similar al de Andrés Ocaña cuando se hizo el sondeo. Es evidente que su marcha de IU ha tenido un efecto arrastre. Las personas que dejaron de votar a la coalición, que no rechazaban a Ocaña, tenían una opinión especialmente favorable de la persona de la exministra. La cuestión es que ella era un acicate para apoyar a IU. Parte de "sus entusiastas", dice el IESA, se fueron al PSOE, pero se trata de un porcentaje poco relevante para el resultado definitivo.

Es una de las sorpresas de la encuesta. Lo lógico es que con un resultado reducido, 21.000 votos, el PSOE hubiera mantenido solo a los fieles. Sin embargo, cedió mucho voto a la abstención (20% de la relación pérdidas-ganacias), al PP (14%), a UCOR (12%) y a IU (4%). A su vez, recibió de IU un 7%, según Font, personas que sí arrastró Rosa Aguilar (los nuevos tenían mucha mejor opinión de la ministra que del candidato, Juan Pablo Durán) y que han incrementado sustancialmente el perfil de izquierdas del partido en Córdoba. La fuerte implantación del PP entre la población ocupada supuso una importante pérdida para el PSOE, que, sin embargo, ha mantenido el apoyo de los jubilados. Quienes le han dado la espalda expresan un fuerte rechazo a las políticas de Zapatero y de Griñán, lo que indica un carácter "cíclico".

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