MAÑANA comienza de manera oficial la campaña de recogida de aceituna de verdeo, una temporada marcada por la caída del consumo -sobre todo nacional- y los bajos precios del producto. Las previsiones para esta campaña se sitúan en la recolección de unas 522.000 toneladas, una cifra dentro de la media de los últimos dos años, aunque hay que tener en cuenta que en esta ocasión se parte con bastante stock acumulado. No obstante, esta cifra podría variar por las últimas lluvias caídas y por la disponibilidad de la mano de obra, factores que influyen en esta campaña que dura aproximadamente un mes y medio.

Las previsiones de la Asociación de Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa (Asemesa) son distintas, pues el colectivo espera que la cosecha de este año será superior a la media de los últimos cinco años y sobrada para cubrir las necesidades anuales. Así, sumada a las existencias iniciales, de aproximadamente 380.000 toneladas, se llegaría a las 900.000 toneladas, lo que significaría que habría disponibilidad para más de 21 meses. Esto quiere decir que el excedente es prácticamente una cosecha completa. Asemesa apuntó que esta cifra de enlace es "muy negativo" para el sector y "más dado el problema de financiación que sufre como los demás por las restricciones bancarias". Esta cantidad unida a la caída del consumo interno en el último año crea "una enorme preocupación para la próxima recolección". En cuanto a la calidad, Asemesa detalló que el olivar presenta un buen estado fisiológico que permite augurar una cosecha de una buena calidad aunque "difícilmente llegará a la calidad del año pasado, que fue excepcional".

Los productores de aceitunas de mesa destacaron la importancia de incrementar las actividades de promoción en el mercado nacional y especialmente en el exterior, donde se vende el 65% de la producción. Y Asaja también se sumó a las reivindicaciones señalando que el sector tiene "continúas perdidas", con lo que lleva caída del empleo y de las posibilidades económicas de esta actividad. Ante esta situación reclamó a la Administración andaluza soluciones para que este sector "deje de ser el patito feo de la agricultura".

España es el primer productor y exportador mundial de aceitunas de mesa, mientras que Andalucía representa el 80% de la producción nacional y el 25% de toda la aceituna que se consume en el mundo, siendo Córdoba una de las principales productoras junto con Sevilla y Málaga. En España la superficie de olivar es de 2.400.000 hectáreas, de las cuales 1.450.000 corresponden a Andalucía. De esta superficie andaluza, unas 130.000 hectáreas se dedican a la aceituna de mesa y a nivel nacional la superficie alcanza unas 160.000 hectáreas.