Córdoba

"Más de la mitad de los casos que llegan a urgencias se deben a patologías banales"

  • El presidente de Semes Andalucía reclama la creación de una especialidad para formar a profesionales de emergencias

EL presidente andaluz de la Asociación Española de Urgencias y Emergencias (Semes) es un manchego de Ciudad Real que reside desde hace años en Córdoba. Un tipo de vida ajetreada pero de pensamiento sosegado.

-Urgencias, emergencias, ambulancias. ¿Lleva usted una vida tranquila?

-Relativamente. Trato de alguna forma de combinar mi actividad profesional con mis quehaceres familiares, pero es bastante complicado cuando, como en mi caso, además de trabajar en el 061 también te dedicas a la docencia en la Universidad, a la investigación. Lo llevamos lo mejor que podemos.

-Los guardias de seguridad en las urgencias son ya un paisaje al que nos hemos acostumbrado. ¿Se teme un asalto de zombies en busca de sangre y huesos?

-A veces nos preocupa, nos da algo de miedo, a la hora de hacer guardias el encontrarnos con una situación de riesgo. Esto es algo que siempre ha ocurrido y últimamente se están dando sentencias ejemplares por parte de los jueces, y al salir en la prensa se divulga y está sirviendo de ejemplo... pero queda mucho. Queda sensibilizar al ciudadano, que es un paciente potencial, para que de alguna manera entienda que en urgencias hay una gran presión y que a veces las patologías con las que llegan son banales y deben entenderse que se atienda antes las más graves, y eso genera estrés y agresividad contra los profesionales en algunos pacientes o familiares.

-¿Quiénes forman Semes?

-Nuestra sociedad agrupa a los trabajadores de los servicios de emergencias y urgencias, desde médicos hasta los técnicos. En el caso de los técnicos, por ejemplo, son lo que antes se conocía como conductores de ambulancia y hoy día son verdaderos profesionales sanitarios cualificados a través de formación profesional que los capacita incluso para asumir un manejo básico de pacientes.

-¿En conjunto, para la administración, forman un grupo especial?

-Urgencias tiene la particularidad de que se trabaja en equipo. Si hay una especialidad -aunque todavía no seamos especialidad-, que se trabaje realmente en equipo, ésa es la nuestra. De alguna manera, en urgencias y emergencias se ve al paciente de una manera bastante compleja porque viene asociado a situaciones complicadas, a un estrés, a situaciones imprevistas, desagradables y hay que tener una respuesta rápida al diagnóstico. Eso requiere de médicos, enfermeros, técnicos , auxiliares. La labor de todos esos profesionales hace que se aborde al paciente de una manera eficiente.

-Parece que tienen que tener una respuesta común viniendo de campos profesionales a veces muy distintos, porque un médico y un conductor no tiene mucho en común.

-Sí, pero nosotros demandamos a la administración una especialidad común porque urgencias requiere un entrenamiento especial; tenga en cuenta que puedes encontrarte con las más diversas patologías, desde infartos a accidentes a traumatizados graves por la situación creada debido a la emergencia; todo ese tipo de situaciones requieren claridad de ideas y entrenamiento en equipo para saber dar una respuesta en equipo.

-¿Y eso se está haciendo? ¿La administración permite o fomenta esa coordinación?

-La administración está concienciada en esta cosas y la atención en urgencias es la puerta de entrada de la mayoría de pacientes; por tanto, le da el valor al servicio sanitario. A la administración le interesa una forma reglada y seria, pero queda mucho camino por recorrer. Todo es mejorable y, en la formación de los profesionales en urgencias falta mucho por hacer. Tenemos interés en que el gobierno saque adelante la medicina de urgencias y emergencias como especialidad médica a la que se puede acceder a través del MIR. Hay en Europa 12 países que tienen aprobada esta especializad y en algunos desde hace más de 20 años, y no queremos que España se quede atrás. Para que haya una formación reglada y homogénea en todo el Estado necesitamos de una especialidad. Es algo que llevamos 20 años negociando con los sucesivos gobiernos y parece que íbamos a tener éxito, pues los últimos gobiernos, incluido el actual con Leire Pajín al frente, le habían dado el ok; pero la sorpresa es que ha salido en el Decreto Ley la especialidad de Urgencias pero no como esperábamos, ha salido como una especialidad secundaria, lo que nos parece algo totalmente anacrónico e incluso ilegal porque va en contra la la Ley de ordenación de profesiones sanitarias. Tiene que ser una especialidad primaria, porque en España se llevan a cabo 40 millones de urgencias al año y a los pacientes se les debe de garantizar una atención adecuada.

-¿Cuál será entonces la actitud de su colectivo a partir de ahora?

-Vamos a coordinar con el resto de las comunidades autónomas un programa para sensibilizar a todos los profesionales de urgencias y a otros profesionales de otras especialidades; vamos a sensibilizar a las administración para que vean el problema tan grande que puede generar que urgencias no sea una especialidad. Vamos a hacer una recogida de firmas donde será fundamental la sensibilización de los pacientes. Están previstos medios de presión a través de concentraciones en puertas de hospitales, aparte de otras medidas que todavía estamos estudiando.

-¿Cuántos afiliados tienen?

-Alrededor de 9.000 socios. En Andalucía somos la comunidad más grande. Un alto porcentaje, porque tenemos en Andalucía alrededor de 5.000 profesionales de urgencias y el 20% son afiliados nuestros.

-¿Nos sirve el tener tanto número en Andalucía para traer cosas a Córdoba, me refiero a congresos y otras actividades que generen economía?

-Sí, de hecho en enero organizamos aquí unas jornadas de gestión de urgencias en las que vamos a hacer un análisis de cómo funcionan los servicios de emergencias de Andalucía. Vamos a traer personas de prestigio para que nos cuenten cómo lo están haciendo ellos en sus hospitales. Vamos a presentar un plan de mejora para los servicios de urgencias y emergencias. Estos servicios, en Andalucía, comparados con el resto de comunidades, funcionan bien pero podrían funcionar mucho mejor. Como sociedad científica que somos -no somos un sindicato- tenemos que velar por la calidad en la atención. Todo lo que revierta en la calidad en la atención debe preocuparnos. Se va a invitar a la administración, a los grupos políticos, a los interlocutores sociales para que participen en el análisis.

-Se ha hablado desde hace años del Palacio del Sur. ¿Les afecta que esta ciudad no tenga un palacio de congresos adecuado?

-Por supuesto que sí. Siempre Córdoba, de algún modo, se ha significado por tener gente muy importante en el mundo de las urgencias, siempre ha habido grandes profesionales e importantes proyectos de investigación y Córdoba es merecedora de poder organizar un congresos nacional de Urgencias o si me apuras un simposium internacional, que podría traer a la ciudad más de 3.000 o 4.000 personas; por desgracia, al no tener ese Palacio de Congresos, que otras ciudades sí tienen, no se puede llevar a cabo.

-¿Qué tal lleva lo de la sangre? ¿Le gusta el color rojo?

-No es que nos guste, es que no tenemos más remedio, porque tiene que haber gente pa tó. Lo mismo que hay gente que se dedica a cualquier cosa, no podemos marearnos con la sangre.

-Supongo que serán duros de pelar. ¿Hay muchos que tiran la toalla por la presión?

-En ese tema es también sería importante el contar con una especialidad. Creo que si la especialidad estuviera en marcha, el número de abandonos de profesionales sería menor. En urgencias hay muchos problemas, es un mundo muy complejo, y existe una penosidad laboral que es inherente a este mundo. A los profesionales se les daría un valor con la especialidad que ahora no tienes. Los profesionales de urgencias se queman y se van a otros servicios u otro trabajo, y es una pena porque muchos de los que se van son grandes profesionales, santo y seña del sector, y a la hora de formar a compañeros serían muy importantes.

-Todo el mundo se queja de que hay que esperar demasiado tiempo en urgencias. ¿Hay personal suficiente?

-Nuestra sociedad científica tiene elaborados unos estándares de calidad que analizan esta cuestión, pero está perfectamente establecido el número de médicos en relación con el número de pacientes y complejidad de los mismos. La administración debería hacer un esfuerzo por adecuar las plantillas porque en algunos servicios falta personal. Hay hospitales donde se está bien cubierto, y en otros no. Debería haber un estándar que valiese para todos los hospitales.

-¿Cómo está por ejemplo el hospital Reina Sofía en ese sentido?

-Es uno de los mejor dotados del país en cuanto a personal y material. Ha habido una reforma hace poco y muchos hospitales de Andalucía querrían parecerse a Reina Sofía en ese sentido. Pero hay que tener en cuenta que más del 50% de los casos en urgencias son patologías banales, que deben ser naturalmente atendidas, pero no en urgencias.

-¿Ha dicho más del 50%?

-El Hospital Carlos Haya de Málaga hizo un estudio de los pacientes 2010 y la cifra era del 55 %. Existe casos muy graves, graves, leves y, por último, banales. Un dolor de muelas es banal, requiere atención pero no en un servicio hospitalario.

-¿Ante la avalancha de quemados los domingos, habría que prohibir los peroles?

-Todo hay que hacerlo con cuidado pero los peroles no los podemos prohibir, aunque si lo hiciésemos iría más gente probablemente a ver al Córdoba C. F.

-¿Hay muchos casos curiosos en urgencias, por ejemplo gente con un hacha en la cabeza que llega andando, por no hablar de los casos de dos rombos?

-A veces se ven patologías... También las hay de dos rombos, pero no te lo puedo contar en esta entrevista. Más allá de ello, el trabajo nuestro es muy agradecido; yo, si volviera a nacer, trabajaría en urgencias porque te enfrentas con pacientes que en momentos de angustia, si les sabemos dar la respuesta adecuada, te lo agradecen y eso reconforta. También está la parte negativa, que hay veces que no puedes sacar adelante un paciente, esa es la parte amarga, sobre todo si te enfrentas con pacientes en edad infantil... Con los años de experiencia tratas de no traerlo a tu casa, pero a veces es inevitable no conciliar el sueño

-¿Forman una familia en urgencias?

-En los equipos de emergencias es donde se palpa el trabajo en equipo. Yo trabajo desde hace 15 años en el 061 y no podemos plantearnos que a la hora de comer cada uno se vaya a comer a un sitio distinto, tenemos que comer juntos, tomar café juntos, porque si nos dan un aviso debemos acudir todos juntos, el médico, los auxiliares, el técnico conductor. Hacemos un trabajo en equipo.

-Estos días ha aparecido en los telediarios un terrible suceso con estramonio. ¿Suele haber sorpresas de ese tipo?

-Sí, por supuesto que sí, con el tema de los estupefacientes los fines de semana nos pueden llegar intoxicaciones por heroína o cocaína porque han enviado una partida adulterada. Cualquier cosa puede ocurrir y estamos preparados para cualquier tipo de contingencia, incluido catástrofes, o accidentes de autocar que traigan de pronto muchos pacientes. Ahí está el valor de urgencias, en saber responder a cualquier eventualidad. No puede olvidarse que urgencias es la cara del sistema sanitario, si urgencias funciona bien, el sistema funcionará bien. Tenemos la suerte de marcar el pronóstico del enfermo, si en esos momentos iniciales lo hacemos bien, el pronóstico será bueno.

-No acaba de tener acento cordobés.

-Nací en Ciudad Real, me vine con nueve años y ahora mis hijos son cordobeses y yo soy cordobés de adopción, sin olvidarme de mis orígenes.

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