CINE

El nuevo filón de Hollywood

  • Llega a las pantallas españolas 'Los juegos del hambre', que se ha convertido en el tercer film más taquillero de Estados Unidos. La película se basa en la trilogía escrita por Suzanne Collins

Parece ser que Hollywood tiene necesidad de las sagas. No hablamos de las series producidas por una película de éxito, que empieza a tener secuelas hasta que se aburren hasta los más fanáticos, sino de esta tendencia moderna a adaptar series de libros que han funcionado en el papel.

En la primera década de este milenio vimos como Peter Jackson se atrevía con la aparentemente intratable en cine trilogía de los anillos, y al desarrollo de las andanzas del cada vez más talludito Harry Potter. Unos éxitos prefabricados, basados en un público cautivo que, enganchado a las correspondientes novelas, aseguraba que se convirtiesen en fenómenos de taquilla. En la actualidad sigue activa la saga 'Crepúsculo', que el próximo verano terminará con la segunda parte de Amanecer.

Claro que la fórmula no siempre ha funcionado, como demuestran los casos de Eragon y La brújula dorada, que quedaron en el limbo tras el escaso entusiasmo despertado por sus primeros -y únicos- filmes.

No parece que este triste destino vaya a compartirlo la nueva saga que parece llamada a tomar el relevo de 'Crepúsculo'. Los juegos del hambre, que se estrena hoy en España, fue en su estreno americano el tercer film más taquillero de la historia en su primer fin de semana. Es la adaptación de la primera novela de la trilogía escrita por Suzanne Collins, cuyas entregas se publicaron entre 2008 y 2010, con una voraz y mercantilista rapidez.

Los juegos del hambre es una pesimista historia ambientada en un oscuro futuro. Su éxito parece querer decir que los niños que leían a Harry Potter, convertidos ya en adultos que se enfrentan a las responsabilidades de la vida, buscan algo más siniestro. No obstante, las malas lenguas dicen que Collins se limitó a piratear la novela japonesa Battle Royale, que tuvo su consiguiente versión cinematográfica que entusiasmó a Tarantino por sus niveles de crueldad, robándole un personaje -la niña de la bola- en Kill Bill.

Gary Ross, director de la más que competente Seabiscuit, es el elegido para poner en imágenes este best seller. Pero el problema mayor era encontrar a la joven actriz que diese vida a la carismática protagonista de la saga, Katniss Everdeen. La elegida fue Jennifer Lawrence, una más que prometedora intérprete con un gran currículum, ya que tiene una nominación al Oscar por Winter's Bone y estuvo en el reparto de X-Men: primera generación.

En el film, Lawrence está rodeada de un grupo de actores jóvenes aspirantes a ser las estrellas del futuro e intérpretes ya consagrados, como Woody Harrelson, Toby Jones, Stanley Tucci y Donald Sutherland. La guinda la pone el cantante Lenny Kravitz, que parece querer imitar a la Rihanna de Battleship.

Como se ha dicho, la historia se ambienta en un inquietante futuro, en el que Estados Unidos ha desaparecido y se ha convertido en una dictadura llamada Panem. Sus rectores hacen todos los años los llamados Juegos del Hambre, como castigo por una antigua sublevación y como táctica terrorista. Se trata que de cada uno de los doce distritos del que consta Panem surja un o una adolescente y lanzarlos al bosque para que se cacen entre ellos, sólo pudiendo quedar uno. Además, es un popular reality emitido por televisión. Cuando la hermana de Katniss Everdeen es seleccionada, ella la sustituye voluntariamente. Un antiguo vencedor de los juegos, ahora alcoholizado, se presta a ayudarla, ya que sus rivales cuentan con una preparación de la que ella carece.

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