Andaluzas 22M

Algo más que hacer 'buuh'

  • Miguel Urbán pide en Cádiz un último arreón para lograr algo más que asustar

Entre la nómina de oradores célebres de Podemos Miguel Urbán, actual eurodiputado en sustitución de Teresa Rodríguez, es sin duda el que le echa más gracia a sus discursos, trufados de anécdotas y chistes. Ayer, en Cádiz, en la pista de baloncesto de un colegio que no se llegó a llenar, aunque hubo buena presencia, Urbán recordó la campaña a las europeas en las que una de sus cantinelas favoritas era una simple exclamación: "buuh!". ¿Qué significaba? Asustar. "Asustar a la mafia cutre, asustar a la gentuza que gobierna en contra de la gente, asustar a los peleles de la banca". En definitiva, asustar a los poderes, "a las eléctricas, a los que tienen un millón y medio de euros en Suiza y no los recuerdan, a los que han salido de la crisis porque nunca han entrado en ella".  

 

El algo más de medio millar de gaditanos que pisaban la cancha de baloncesto celebró el chiste, pero Urbán cambió de registro para decir que no, que esta vez no venían a asustar, que venían a algo más, que venían a gobernar. Y para eso Urbán pidió un arreón final: "Que cada uno de vosotros salga a la calle y consiga cuarenta votos para el domingo". Es cierto que 500 o 600 por cuarenta es una cifra considerable. 

 

No hay estratega en Podemos que piense que vayan a ganar las andaluzas. Ni siquiera que la sorpresa vaya a ser muy grande. Las grandes batallas se plantean en algunas comunidades en mayo y en las generales. Ahí es donde quieren ir más allá del buuhh. Pero en Andalucía necesitan otro susto bueno. De hecho, el propio Urbán contaba estrategias desde dentro de Podemos, las que se realizan tomando unas cañas tras los actos: "Hay quien dice que lo mejor es quedar segundo. O ganar pero no gobernar. De ese modo, dicen, obligamos a una alianza entre el PP y el PSOE y se monta tal indignación en la calle, se moviliza tanto la gente que dentro de cuatro años sacamos una mayoría absoluta". Urbán se rebela contra esa estrategia de bar: "Como le dejemos cuatro años más, nos lo roban todo".

 

Este discurso espolea a la parroquia de Podemos, a la que no se le puede negar que es animosa y jaranera, que grita muy fuerte lo de "¡Sí , se puede!". Lo hace a voz en cuello porque se lo cree y disfruta cuando escuchan en el estrado quién es Podemos: "Gente corriente haciendo política". ¿Es suficiente eso para asustar?

 

Mientras Miguel Urbán teloneaba a Teresa Rodríguez en la cancha de baloncesto, en Sevilla se trabajaba duro en lo que se pretende hoy que será el gran susto. El acto del velódromo de Dos Hermanas estaba en la cabeza de todos. La apuesta, ideada días antes de que empezara la campaña, era osada. Si se pensó en un principio como un acto espontáneo, con el transcurrir de los días se comprendió que se necesitaba algo de elaboración. Que los círculos de toda Andalucía trabajaran, que hubiera animación, reclamos (allí estarán Juan Carlos Aragón y el Selu, cobrando) más allá de Pablo Iglesias y Errejón, que la gente se apuntara por internet como si fuera un concierto de rock. 

 

El resultado de este gran susto, que en Podemos esperan que tenga un efecto multiplicador, un buuuuh que se traduzca en votos,  no se sabrá hasta que no finalice esta medianoche la campaña. De momento, los organizadores obtuvieron permiso de Bomberos y Protección Civil para meter a dos mil personas más, lo que aumentaría el aforo de seguridad a 14.000 personas, lo que sería un triunfo. ¿Será, no será? La parroquia, sin duda, gritaría "sí, se puede". Veremos si se puede.

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