El litoral andaluz volvió ayer a ser uno de los principales escenarios de la llegada de inmigrantes intentando burlar los controles oficiales. Cádiz y Almería fueron las provincias a las que llegaron 71 sin papeles a bordo de tres pateras diferentes.

En Chiclana de la Frontera fueron interceptados 20 inmigrantes, cinco de ellos mujeres incluida una embarazada. Todos son de origen marroquí y arribaron a la costa gaditana en una patera de madera de cinco metros de eslora que fue conducida por la Guardia Civil hasta la playa del Novo Sancti Petri. Tras su llegada fueron asistidos por sanitarios del 061, ya que alguno presentaba síntomas de hipotermia, y más tarde fueron trasladados al modulo de Cruz Roja de la playa de la Barrosa.

La Guardia Civil puso en marcha un dispositivo de búsqueda en tierra para tratar de localizar al resto de ocupantes de la patera, aunque por las dimensiones de la embarcación se cree que no son muchos los indocumentados que pueden haber alcanzado la costa.

Salvamento Marítimo también tuvo que desplegar sus efectivos en el Estrecha de Gibraltar en busca de una lancha neumática procedente de Tánger que estaba a la deriva. Fue interceptada al norte de Algeciras y en ella viajaban 28 inmigrantes subsaharianos: 14 varones, 12 mujeres incluida una embarazada y dos bebés. Cuatro personas más fueron localizadas frente a Tarifa.

En Almería, la Guardia Civil detuvo a nueve inmigrantes argelinos que viajaban en una patera que logró llegar a tierra en el municipio de Cuevas del Almanzora, en una operación que se desarrolló a primera hora de la mañana en el Pozo del Esparto.

También en aguas almerienses, la tripulación de un buque mercante avistó una embarcación que navegaba a la deriva a unas 54 millas náuticas al levante de Cabo de Gata. Salvamento Marítimo activó un dispositivo para localizar a un inmigrante que de madrugada se cayó de esta patera, que fue rescatada tras volcar a unas 54 millas náuticas al nordeste de Cabo de Gata, según narraron sus otros diez ocupantes, que fueron trasladados a puerto.

Las investigaciones policiales desde los puntos de partida de los inmigrantes dieron ayer sus frutos con la desarticulación por parte de la Policía de una red dedicada a esconder a inmigrantes en una vivienda antes de trasladarlos ilegalmente desde Ceuta a las costas de Andalucía en pateras. La intervención se produjo la noche del pasado jueves a raíz de unas pesquisas en torno a un presunto entramado formado por un clan familiar.

Precisamente ayer, 22 inmigrantes fueron interceptados en la ciudad autónoma cuando se dirigían hacia la Península. Entre el grupo de sin papeles había una mujer embarazada, que tuvo que ser hospitalizada por su avanzado estado de gestación, y tres menores.