El primer bebé que congeló Sara López, la vecina de Pilas que está en prisión imputada por asesinato, falleció probablemente ahogado. Esta es la principal sospecha de los médicos forenses que han examinado el cadáver respecto a la causa de la muerte, aunque este extremo deber ser aún confirmado por los análisis de las muestras de tejidos enviadas al Instituto de Toxicología, según confirmaron ayer fuentes del caso a este periódico.

Las sospechas forenses quedarían avaladas incluso por la propia declaración prestada por la acusada, que reconoció que dio a luz a este niño el 24 de junio de 2011 y que el parto tuvo lugar en la bañera de su vivienda de la calle Beatriz de Cabrera de Pilas.

La autopsia practicada en el Instituto de Medicina Legal a los cuerpos de los dos bebés confirmó que en ambos casos los niños nacieron vivos y respiraron, pero aún queda por esclarecer el mecanismo de la muerte. Sara López ha declarado que el primer bebé nació muerto y, respecto al segundo hijo, ha dicho que no recuerda el embarazo.

Tras el hallazgo del primer bebé congelado, en la tarde del pasado 9 de noviembre, se procedió a la detención de la madre, Sara L. H., de 35 años, cuando ésta regresaba de su trabajo en una residencia de ancianos del Aljarafe. La madre de los dos bebés está imputada por un delito de asesinato con alevosía, dada la indefensión en la que se encontraban los bebés.

Este caso volvió a deparar una nueva sorpresa la semana pasada cuando trascendió que la detenida se hallaba otra vez embarazada, de ocho meses, y de hecho, el pasado viernes alumbró a una niña. La guardia y custodia de este bebé ha sido entregada por el juez al marido de la acusada, Francisco Antonio H. L., con quien además siguen viviendo los dos hijos de 14 y 11 años que tiene el matrimonio.

La causa contra la parricida se encuentra todavía bajo secreto de sumario, aunque el plazo fijado inicialmente para mantener secretas las actuaciones vence el próximo día 9.