Andalucía

La carbonería de Moguer intentó ocultar pruebas del incendio

  • El informe de los investigadores forestales detecta movimiento de tierras en su entorno

Bomberos durante las labores de extinción en el incendio de Moguer, en junio pasado.

Bomberos durante las labores de extinción en el incendio de Moguer, en junio pasado. / josué correa

Los responsables de la carbonería en la que se sitúa el origen del incendio de Moguer, que calcinó unas 8.500 hectáreas en el entorno de Doñana a finales de junio, trataron de "ocultar evidencias" utilizando "maquinaria pesada" para realizar movimientos de tierra en sus instalaciones. Esta es la principal conclusión del informe de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIFF) de la Consejería de Medio Ambiente sobre el siniestro.

Aunque desde la empresa se justifican estos trabajos en la necesidad de proteger sus instalaciones ante la posibilidad de que el fuego retrocediera, los responsables de la investigación consideran que, de ser así, "deberían de haber llevado a cabo otros trabajos complementarios que no se ejecutaron", por lo que concluyen que la intención no fue otra que "ocultar evidencias" que situaban allí el origen del fuego. Estas labores se habrían llevado a cabo 24 horas después de iniciarse el fuego, cuando las llamas ya se encontraban a diez kilómetros en dirección sur y la carbonería estaba libre de amenaza.

El origen de las llamas que devastó una zona del entorno de Doñana está en sus instalaciones

Se centraron en el talud perimetral que rodea las instalaciones, donde se realizaron "trabajos de decapado y movimientos de tierras". El informe destaca que la "manipulación, alteración, modificación o destrucción total o parcial de manera intencionada del área de inicio del incendio" supone un delito.

Según adelantó ayer El País, el informe indica que "los responsables de la empresa enviaron maquinaria pesada al lugar en el que los agentes medioambientales ubican el inicio de las llamas". El informe remarca que "aquella limpieza en la zona no tiene más justificación que la clara intención de ocultar evidencias que pudieran inculpar a la empresa".

La BIFF considera que "existen evidencias o suficientes indicios como para determinar que el incendio se produjo como consecuencia de una negligencia por descuido". Todo ello, a través de "actuaciones o circunstancias que no tienen el fin de provocar un incendio de forma deliberada pero, dada la falta de precauciones y medidas preventivas, sí se provocó". El informe concluye que "la causa única es una negligencia relacionada con la actividad productora de carbón de la citada empresa".

La Consejería de Medio Ambiente ya anunció que se persona como acusación particular, como parte perjudicada, a través del gabinete jurídico de la Administración andaluza, en las diligencias previas de esta causa que se siguen ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Moguer. Todo ello, sin perjuicio de que, deducido del curso de los autos, la posición de la Junta hubiera de variar.

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