Cuando a estas alturas el PA convoca una rueda de prensa "muy importante" sólo caben dos motivos: el anuncio de disolución o el inicio de la enésima crisis interna. Gana, por ahora, la segunda opción. Pilar González, secretaria general de la formación nacionalista, desveló ayer que no optará a la reelección en el XVI Congreso a celebrar el 7 y 8 de julio. Hay tres razones, y son jerárquicas. A. La debacle del 25-M: cero diputados por segunda legislatura consecutiva y apenas 96.608 votos, el peor resultado de la historia salvo que se cuenten los apoyos logrados en las elecciones catalanas de 1980, donde el PA logró dos asientos en el Parlament. B. El riesgo de que el partido se escore a la derecha. C. El intento de tutela de Los Ex, el grupo de antiguos dirigentes encabezado por Alejandro Rojas Marcos.   

Según González, la sugerencia de Rojas Marcos consistía en crear una terna encargada de regir los destinos del PA hasta julio. En ella estarían, además de la todavía secretaria general, Fernando Álvarez-Ossorio (Sevilla) e Isabel Barriga (Ronda), ambos ajenos a la Ejecutiva Nacional. En una carta a la militancia, compuesta por unas 8.000 personas, el fundador del PA también alaba la trayectoria de Antonio Manuel y Pilar Távora. Quizás entre estos nombres esté el del sucesor de González, que mantendrá la afiliación tras el Congreso.

De momento, nadie en el PA ha planteado la posibilidad de la extinción. Entre Los Ex (además de Rojas Marcos, Luis Uruñuela, Miguel Ángel Arredonda, Antonio Ortega y Diego de los Santos) cunde la sensación de que el programa de izquierdas con el que se compitió el 25-M ha lastrado los resultados. Tampoco gusta que González haya contado con dos pretorianos, José Antonio Pino y Rafael Rodríguez de León, que el sector más conservador considera "a la izquierda de la izquierda" por su "formación comunista".

El bloque afín a Pilar González entiende que hay un problema de "altavoces", no de ideas, y alega que la hoja de ruta del partido quedó fijada en el XV Congreso con el sí del 98% del andalucismo.

En adelante, los andalucistas tendrán que luchar contra su viejo vicio autodestructivo (el paradigma sería Pacheco). González advirtió que no tolerará intromisiones en sus funciones de mando hasta julio y descartó patrocinar a algún aspirante. Su tono fue, no obstante, cordial. De hecho, Rojas Marcos promovió su candidatura cuando Julián Álvarez abandonó el timón nacionalista tras el fiasco electoral de 2008. Para optar a la Secretaría General es preceptivo ser militante, estar al corriente del pago de cuotas y lograr al menos el aval de un 15% de los delegados.