Si el miércoles fue Podemos el partido que arremetió contra el comportamiento de Durán en la polémica de la campaña del 4-D, también conocida como la del no ni ná. Los dos partidos cargaron con virulencia contra el presidente del Parlamento.

La secretaria general del PP-A, Loles López, fue a por todas y exigió a la jefa del Gobierno, Susana Díaz, el cese "inmediato" de Durán, ante la evidencia de que el contrato con El Cañonazo Transmedia estaba "amañado". López recordó a Díaz que "como presidenta de la Junta debe ponerse del lado del interés de todos los andaluces y no del compadreo" de los dirigentes de su partido.

En paralelo, el líder de IU-CA, Antonio Maíllo, acusó a Durán, de "mentir y ocultar" datos, por lo que "si un presidente miente no puede seguir en el cargo". Para el dirigente de la formación de izquierdas, no hay duda de que la adjudicación de la campaña del 4-D a una empresa en la que trabaja un familiar del presidente del Parlamento constituye un "claro caso de nepotismo. Durán ha mentido. No dijo el precio exacto del contrato, ocultó el precio total y no fue claro respecto al hecho de que se firme el contrato un día antes de que se proyecte el vídeo en la redes sociales", censuró Maíllo.

Convencido de que es "imposible" que esta El Cañonazo Transmedia haya preparado la producción del vídeo y la campaña en un solo día para su difusión, el dirigente izquierdista remachó su idea de que Durán "no ha dicho la verdad y ha ocultado datos" del contrato a la Mesa de la Cámara.