"El testimonio de los acusados permite confirmar que eran conscientes del riesgo que creaban". Para la Audiencia Provincial de Cádiz, los militares de la base de Rota acusados de prender fuego a una casa de este municipio, en la que vieron que entraba un camello que les había engañado al venderles cocaína, cometieron un delito de incendio y dos de asesinato: un joven y su hija de once meses fallecieron víctimas del fuego. De ahí que en su sentencia les haya condenado a 18 y 14 años de cárcel.
También los halla culpables de delitos de lesiones, por las heridas las sufridas por los vecinos que se hallaban en el interior del bloque y que para salvar su vida saltaron por las ventanas.
El tercer militar juzgado ha sido absuelto de los delitos de incendio, asesinato y lesiones, pero es condenado a dos años de prisión por omisión del deber.
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