Miguel Flores, Capullo de Jerez, fue puesto ayer a disposición del juez como presunto autor de un delito de atentado y otro de lesiones contra agentes de la autoridad, tras haber sido detenido horas antes por miembros del Cuerpo Nacional de Policía. El cantaor flamenco protagonizó un altercado en un bar de Jerez, donde insultó a otros clientes, y posteriormente se enfrentó a los policías que acudieron a la llamada del propietario, agrediendo a uno de ellos. Algunos testigos de la trifulca señalaron que el cantaor "iba cargado de todo".

El Capullo ya había sido detenido en octubre de 2006 pues había sido acusado de intentar quemar supuestamente con gasolina a un bebé. También acabó en los calabozos de la comisaría. El caso generó una gran alarma social y la atención de los principales medios de comunicación nacionales. Los cargos, muy graves, que pesaban contra él fueron retirados (la abuela del bebé cambió su declaración) y, posteriormente, otro juzgado absolvió a Miguel Flores.