ignacio solís. director de agrovegetal

"El mercado no se detiene y nos demanda nuevos productos"

  • El responsable de la empresa destaca que es la primera con capital andaluz 'obtentora' de variedades de cereales y leguminosas

Ignacio Solís, en un campo sembrado con una de las variedades de Agrovegetal.

Ignacio Solís, en un campo sembrado con una de las variedades de Agrovegetal.

Con veinte años de trayectoria, esta empresa andaluza, emblemática en sector de obtentores, acaba de renovar el acuerdo con su principal socio en México. Agrovegetal centra sus esfuerzos investigadores en renovar sus productos para que se adecuen a las necesidades del agricultor, con el handicap de mantener una importante inversión y, a la vez, ofrecer el mejor precio a sus clientes. Veamos cómo lo hacen.

-¿Una empresa eminentemente innovadora como Agrovegetal, ¿a qué retos se enfrenta en estos momentos? O dicho de otro modo, ¿qué le demanda actualmente el mercado?

El sector de semillas certificadas sigue atomizado en más de cien empresas"Existen reglamentaciones complejas para conseguir fondos para proyectos de I+D"

-Nuestro principal reto es conseguir que los agricultores andaluces de secano logren una buena rentabilidad con sus producciones. Los bajos precios de los cereales y las oleaginosas están motivando que muchas hectáreas, que tradicionalmente se sembraban con cultivos herbáceos, se estén plantando de olivos y de almendros. Para frenar esta tendencia se necesitan precios más elevados en los mercados y mejores variedades, más productivas, con mayor calidad y con resistencia a las principales enfermedades y plagas.

-¿De qué productos se sienten más satisfechos?

-En estos momentos nuestras estrellas son el trigo duro Don Ricardo, el triticale Bondadoso, los trigos harineros Tejada y Conil y el garbanzo Ituci. Pero el mercado no se detiene y nos demanda nuevos productos. En estos momentos tenemos en proceso de registro y desarrollo nuevas variedades que esperamos que mejoren a las anteriores, como los trigos duros Don Ortega y Don Alejandro, los trigos harineros Tujena, Santaella y Montemayor, así como el Triticale Saleroso.

-En los veinte años que lleva en el mercado, ¿cómo han evolucionado el sector y la empresa?

-El sector obtentor de variedades de cereales y leguminosas en España se está concentrando en manos de cinco o seis empresas entre las que se encuentra Agrovegetal. Sin embargo, el sector productor de semillas certificadas sigue atomizado con más de cien empresas. Como empresa obtentora, invertimos mucho tiempo y dinero en conseguir nuevos productos y necesitamos unos precios suficientemente altos para continuar con nuestra actividad, pero los propietarios de la empresa, que son cooperativas productoras de semillas certificadas, necesitan precios lo más bajos posible para ser competitivos y satisfacer a sus socios y clientes. De esta contradicción surge la necesidad de ser muy eficientes para conseguir satisfacer ambos intereses.

-¿Para qué cultivos producen semillas y dónde las venden?

-Producimos semillas certificadas de variedades propias de trigo duro, trigo harinero, triticale y garbanzo. También producimos semillas de cebada cervecera, guisantes proteaginosos y habas de otros obtentores.

-Han empezado su expansión fuera de Andalucía al conceder licencias de multiplicación de sus semillas certificadas. ¿Cómo va el proceso? ¿Dónde se están produciendo sus semillas fuera de nuestra región?

-Nuestro mercado principal es Andalucía, pero también vendemos semillas en el resto de España y en el sur de Portugal. De hecho, las variedades desarrolladas por Agrovegetal representan, en la actualidad, el 30% del mercado del trigo duro, el 20% del trigo blando y más del 50% del triticale, en Andalucía. A nivel nacional, los porcentajes son el 20%, el 10% y el 20%, respectivamente. En cuanto a la comercialización, son las cooperativas asociadas las que se encargan de ella en la región, mientras que fuera hemos concedido licencias de multiplicación a 15 empresas de Extremadura, Castilla La Mancha, Aragón, Cataluña y Portugal, que suponen aproximadamente el 20% de nuestras ventas totales.

-¿Tienen perspectivas de ampliar otros mercados?

-Con nuestras variedades actuales es difícil crecer mucho más, ya que nuestra cuota de mercado en las comarcas donde están bien adaptadas ya es muy alta, y los competidores muy fuertes. Pero trabajamos en la obtención de variedades de ciclo más largo y adaptadas a zonas más frías, y también en nuevas variedades de leguminosas como garbanzo, guisante y habas, que pensamos que nos permitirán ampliar nuestros mercados.

-¿Qué proyectos puede destacar de los que están ahora en desarrollo?

-En Agrovegetal prácticamente todos los empleados trabajamos en el departamento de I+D, que es el germen de la empresa, unos al 100% y otros a tiempo parcial. Además de nuestro proyecto matriz, el convenio con el Cimmyt (Centro Internacional para la Mejora del Maíz y el Trigo), tenemos convenios con el IRTA para el desarrollo de variedades adaptadas al centro y norte de España, con la Universidad de Sevilla para evaluar la resistencia a roya de nuestras variedades, con el Ifapa para la evaluación de variedades de trigo en condiciones de regadío y con el IAS-CSIC para la adaptación de trigos y braquipodios a condiciones agroclimáticas de estrés hídrico y térmico, como son las propias de Andalucía. En el ámbito europeo, participamos actualmente en el proyecto Legato y en Eucleg, ambos sobre leguminosas.

-¿Tienen problemas con la normativa española o comunitaria que frenen su investigación y su producción?

-En general, no vemos grandes trabas a nuestra actividad como investigadores y productores de semillas. Existen reglamentaciones complejas para conseguir fondos para proyectos de I+D, registrar nuevas variedades y producir semillas certificadas, pero hemos aprendido a convivir con ellas y en el fondo lo que persiguen es regular el sector por el bien de todos. Nuestros principales problemas son los que sufren nuestros clientes, los agricultores de secano, que se sienten impotentes ante las importaciones masivas de granos a bajo precio y una PAC cada vez más centrada en el medio ambiente, que limita en muchos casos el uso eficiente de los insumos que les permitirían ser competitivos.

-¿Cómo les ha ido en México? ¿Qué proyectos traen del viaje?

-Venimos de visitar a nuestro principal socio, el Cimmyt, y hemos firmado la renovación de nuestro convenio por otros cinco años hasta 2023. Para Agrovegetal esta colaboración es estratégica y todas nuestras variedades de trigo y triticale proceden del germoplasma que ellos nos suministran. Además, hemos tenido la oportunidad de compartir experiencias con agricultores que colaboran con el Cimmyt en Tlaxcala y en Sonora, comprobando que tenemos muchos aspectos en común.

-Agrovegetal tiene el sello de Pyme Innovadora. ¿Qué les ha hecho merecedores de esta distinción?

-Más que una distinción es una acreditación que concede el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad a las empresas que, como Agrovegetal, venimos desarrollando actividades de I+D+i, demostrables, con financiación pública y privada. Disponemos, asimismo, de certificaciones y títulos de obtención vegetal propios.

-¿Qué diferencia a Agrovegetal de otras marcas de semillas?

-Somos la principal empresa obtentora de variedades de cereales y leguminosas de capital andaluz. Nuestros socios son mayoritariamente cooperativas agrarias andaluzas y nuestra prioridad son las variedades adaptadas a nuestras condiciones agroclimáticas. También somos la única empresa trabajando en mejora del garbanzo a nivel nacional y en guisantes y habas a nivel regional.

-¿Es difícil sobrevivir en un sector en el que compiten con grandes multinacionales? ¿Cómo lo consiguen?

-Para conseguirlo preferimos centrarnos en las especies autógamas como el trigo, triticale, garbanzos o los guisantes, donde las multinacionales hacen menores inversiones ya que los márgenes comerciales son bajos y la rentabilidad menor. En las especies alógamas, en las que se utiliza semilla híbrida, los márgenes comerciales son mayores y los equipos de investigación de las multinacionales son tan potentes que nos resultaría imposible competir con ellos. Además contamos con la ayuda de Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía y buscamos alianzas con centros de investigación como el Cimmyt, el Ifapa, el Irta o el CSIC y con industrias como Pastas Gallo, Haribéricas o Harinera Sánchez Palencia.

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